Uno de los días en los que quedamos en vernos, había llegado a mi casa bien cansado. Mientras tenía ganas de verte mi cuerpo me pedía cama. Te escribí disculpándome y que si podíamos vernos al otro día cuando estuviera más descansado, pero no me respondías. Te llamé y no cogías el teléfono. Al rato me di cuenta que habías leído el mensaje, simplemente no tenías ganas de responderme. Te volví a pedir disculpa y te prometí que íbamos a salir a cenar al sitio que has tenido ganas de ir desde hace unos meses, pero seguías leyendo el mensaje sin responderme. En esa espera, me quedé dormido en sofá viendo netflix.
Me despierta el sonido desaforado del timbre de la casa, me levanto quillado porque lo más seguro es un delivery equivocado como de costumbre. Efectivamente, le explico que no es esta casa, sino la del lado a donde tiene que llevar el pedido. Regresando a la sala, reviso el celular, pero ninguna respuesta tuya y vuelvo a echarme en el sofá. No pasan 2 minutos, y vuelve a sonar el timbre. Nuevamente quillado, abro la puerta de golpe listo para mentarle la madre al delivery por no leer que mi casa es la 5B y a donde tiene que llevar el pedido es la 5D. Justo cuando iba a soltar la primera mala palabra, quedo en shock al verte parada ahí. Vestida con un suéter blanco de I (heart) NY, unos sweatpants negros y en unas sandalias abierta con tacos altos rojos. Pongo una cara de confundido, primero, que hacías ahí si ni siquiera te habías dignado en responder mis mensajes, y segundo, ¿qué lo qué con esa combinación de ropa?
Sacas una sonrisa pícara, y me dices que deje de mirar tanto y que te dejara entrar. Te saludo con un beso y un abraza, y te ofrezco algo de beber, me dices que un vinito no cae mal. Mientras voy de camino a la cocina a buscar el vino y tú te vas acomodando en la sala, te pregunto qué porque no me respondías, que me hubieses dicho para por lo menos pedir algo de delivery antes de tu llegar. Me dijiste que te quillaste cuando viste que te había cancelado par de horas antes de nuestra cita y que decidiste salir a darte unos tragos con unas amigas pero que paraste primero en la casa. Yo gritando desde la cocina mientras abría la botella de vino y buscaba las copas, te decía que como ibas a salir con esa ropa, que si era en casa de una amiga. Antes de tu responder, entro a la sala con las 2 copas en una mano y la botella de vino en la otra, y paro en seco. Y solo veo tu sonrisa de picar y me dices “¡sorpresa!”, estirando tus brazos, como si estuvieras presentando lo que tuvieras puesto, y debo decir, que definitivamente estabas presentando algo ¡increíble!
Llevabas puestos tus sandalias rojas con tacones altos, y una lencería tipo bodysuit que me habías comentado que te compraste hace varios meses roja con negro. Tenía unos tiritos de encaje en los hombros, con la espalda totalmente al descubierto, una tela roja fina de encaje sobre tus tetas con acentos negros, y bajan en dos piezas separadas hasta unirse en tu cintura a una cinta alrededor de tu cadera negra, y de ahí salia otra tela finita roja de encajes para cubrir tu totico y salía formando un colale por atrás.
Yo me quedé congelado, decidiendo si tiraba la botella y las copas y corría a comerte, o tomaba mi tiempo. Con la garganta seca y con un poco de nervios te pregunto si quieres una copita de vino, la aceptas y nos sentamos en el sofá brindando por nosotros y la noche que vamos a tener.
Me quedo admirando tu sonrisa de pícara, con esos ojos que dicen tus deseos. Te digo lo hermosa que estas y que no esperaba tener esa tan grata sorpresa, solo te ríes y me das un piquito. Luego de media copa, te paras y comienzas a modelarme tu lencería. Yo tratando de acariciarte y agarrarte, pero tu me sabas unas palmaditas en la mano evitando que pudiera hacerlo. Te inclinas hacia mi y me das un beso en la boca bien apasionado, cuando te despegas me agarras el t-shirt y me lo subes para quitármelo, y después me quitas el boxer, me dejas desnudo, con mi guebo ya un poco parado, viéndote modelar.
Sigues modelando un poco, y haces varios tease, mostrándome un pezón, o volteándote y separando tus nalgas para lograr ver tu totico hinchado. Yo comienzo a pajearme, y tu comienzas a acariciarte las tetas por fuera y dentro de bodysuit, recorres todo tu cuerpo con tus manos y llegas a tu totico. Te me quedas viendo como mi guebo se va parando cada vez más, poniéndose más duro e hinchado, y te echas a un lado la telita que cubría tu toto y comienzas a tocarte. Te metes un dedito adentro y lo sacas bien mojadito, me miras a los ojos y te llevas los dedos a la boca y te lo chupas, mostrándome como te pasas la lengüita por tus dedos, saboreándote. Al ver eso, me pongo loco, rapidísimo, ya mi guebo está a millón mientras me sigo pajeando.
Vuelves y te metes los deditos en tu totico mojadito, y esta vez, en vez de llevarlo a tu boca, sacas una teta y te lo untas en uno de los pezones. Al hacer esto, tu pezón se pone durito y paradito, caminas hacia mi y acercas tu teta mi boca. Te chupo la teta y el pezón completico, saboreando lo que habías puesto ahí hace segundos. Pasando la lengüita por el pezón, desde su alrededor hasta el centro, que estaba bien durito y paradito. Agarrando la teta por la base con una mano, para metérmela lo más que pueda en mi boca y chupártela. Mientras te chupaba la teta, y la saboreaba completica, tus gemidos de placer se iban intensificando. Te agarro por la cadera, y te halo hacia mí, para que te sientes encima mí. Mientras te posicionabas, seguía chupando tu tética, y pasaba a la otra. Comenzabas a moverte arriba de mi guebo bien parado, y te agarraba el cabello con una mano, mientras con la otra sostenía un de tus tetas.
Voy turnando los besos con lengüita y mordidas entre tu cuello y tus tetas, subiendo lentamente por tu hombro, tu cuello hasta llegar atrás de la oreja, y bajando por el mismo camino hasta tus tetas, sin dejar de agarrarte bien fuerte por el cabello. Tus gemidos van incrementando y nuestros corazones van subiendo las palpitaciones, nuestra respiración están sincronizadas con los movimientos que haces pajeándote con mi guebo.
En todo el éxtasis, te detienes un momento y te levantas, mueves a un lado la telita que cubre tu totico, agarras mi guebo como si fuera tuyo, y pones la cabeza bien hinchada en el hoyito de tu totico, y te sientas suavecito hasta que este totalmente adentro. Vuelves a ir subiendo el ritmo, te agarro las nalgas bien fuertes, y te doy unas nalgadas. Con cada nalgada vas acelerando el ritmo y sueltas un gritico. Te inclinas hacia atrás, y te agarras de tus tacones, mientras sigues moviendo tu cintura, y yo agarrando bien fuerte tus tetas, jugando con ellas. AL rato te inclinas hacia adelante y te agarras de mis hombros, mientras las caderas las vas moviendo de adelante hacia atrás, sacando un poco mi guebo de tu totico, y de atrás hacia adelante con mas fuerza, metiendo bien duro mi guebo en tu totico.
Te quito las tiritas de los hombros del bodysuit para tener más libertad con tus tetas. Sigues con tus movimientos bien duro y bien rápido, dando unos gritos de placer, y agarrándome bien duro en los hombros. En un momento, agarras una mano y la pones en mi cuello, queriendo ahorcarme, dándome una mirada de que soy todo tuyo y te pertenezco. Yo me quedo viéndote fijamente los ojos, mientras sigues moviéndote bien rico arriba de mí, y agarrándote bien fuerte las nalgas. Comienzas a dar gritos más fuertes con cada movimiento. Gritando más y más, siento tu totico que va apretando cada vez más mi guebo. Comienzas a pausar tus movimientos cuando el guebo está adentro de ti, y tu cuerpo se va poniendo duro. Siento como aprietas tu totico más fuerte, y me abrazas con mucha fuerza mientras los movimientos se convierten en tembladera y tu respiración va aguantándose. Mientras te testas viniendo, sigo agarrando bien fuerte tus nalgas y les doy una nalgada. Sigues pegada a mí, y tu cuerpo deja de temblar de manera constante, y ahora es de manera esporádica.
Cuando noto tu cuerpo relajado y comienzas a buscar aire respirando fuertemente, te cargo y te acuesto en el sofá. Te levanto una pierna y la pongo sobre mi hombro, y comienzo a metértelo bien fuerte. Viendo como tus tetas bailan con cada golpe ocurre cuando nuestras caderas se unen. Me agarro bien fuerte de la pierna que esta sobre mi hombro, y comienzo a besar lo que puedo de los pies (ya que tienes puesto tus tacones todavía), la pantorrilla y tu rodilla, sin parar el movimiento de cadera de penetrarte bien fuerte. Tu totico bien hinchado y mojadito, lo sigo penetrando bien fuerte, sacando casi el guebo entero, pero que sientas la cabecita entrar y salir completica. Comienzas a gemir, te agarras una teta bien fuerte y con la otra mano, agarras un cojín del sofá. Mi respiración va acelerándose al mismo ritmo que va acelerándose mis movimientos penetrándote. Siento como tu toto aprieta mi guebo una vez más. Te pregunto que donde quieres que te hecha la lechita, y me dices que afuera que quieres ver como sale disparada de mi guebo.
Cuando estoy por venirme, mi cuerpo se va apretando, siento toda la energía en mis bolas, me voy quedando pasmado, te digo que me voy a venir entre dientes, levantas la cabeza, y saco mi guebo bien rápido. Y sale disparado el primer lechazo hasta por encima de tu ombligo, y el resto de la lecha sobre el bodysuit debajo del ombligo y encima de la pelvis. Pones tu cara de placer, y antes de yo poder relajarme tomas con tu dedo un poco de la lechita caliente, te la pasas por tu pezón, y luego comienzas a pajearte con ella. Vas cogiendo cada vez mas lechita encima de ti, y te vas pajeando con ella. Yo me siento en el sofá, tratando de recuperar mi respiración, y me quedo viéndote como coges gusto pajeándote con mi lechita. Al poco rato, ve como cierras las piernas bien fuertes, sueltas unos griticos bien secos, y comienzas a temblar esporádicamente. Cuando tu cuerpo vuelve estar relajado, voy a donde ti, te doy un beso en la boca y en la frente y nos quedamos acostados abrazados juntos en el sofá.
Continuará…
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